domingo, 29 de marzo de 2015

¡NO SEAS IMPULSIVO!


Las personas con una adecuada capacidad de Autocontrol son capaces de inhibir sus impulsos y controlar sus deseos y urgencias personales, lo que pueden hacer de varias maneras: mostrándose organizadas, disciplinadas, y perfeccionistas, con escasa tolerancia al desorden; o cumplidoras en sus deberes y respecto a las normas, y perseverantes; o realistas, prácticas y más orientadas a los datos observables que a la fantasía; o tomándose la vida más seriamente, mostrándose poco dadas a la diversión y escasamente espontáneas.
La necesidad de gratificación inmediata

Frente a las personas impulsivas, las personas que se autocontrolan son capaces de demorar voluntariamente en el tiempo la obtención de gratificaciones inmediatas. Mientras que la impulsividad conlleva la necesidad de conseguir lo que se desea lo antes posible, por ejemplo en el caso de un adolescente que no puede resistir la tentación de ponerse a ver la televisión o jugar a la videoconsola a pesar de tener un examen próximo que aún no tiene preparado: no puede evitar optar por la gratificación inmediata de ver su programa favorito en la televisión, aunque le reste un tiempo valioso que le lleve inevitablemente a suspender el examen dentro de unos días.

La evidencia experimental

La capacidad de Autocontrol es uno de los rasgos de personalidad que mejor predice el éxito en los estudios, y en el trabajo, así como la satisfacción con la propia vida, por encima incluso del nivel intelectual.

Así se puso de manifiesto en los años 60 en un ingenioso estudio de Walter Mischel, investigador de la Universidad de Stanford, realizado con niños de 4 años de edad, denominado el “Test de la Golosina”, que evidenció que a esta edad tan temprana ya existen claras diferencias entre unos niños y otros en relación a su capacidad para contener el impulso de comerse una golosina que tienen a su alcance cuando se quedan sin la supervisión de un adulto. El investigador ofreció a cada niño dos golosinas en lugar de una, si era capaz de contener su deseo de comérsela mientras se quedaba solo. La mayoría de los niños fueron capaces de demorar la gratificación de comerse la golosina, utilizando estrategias de distracción tales como cantar o jugar, o simplemente darle la espalda a la golosina, para no verla. Mientras que los niños más impulsivos se abalanzaron sobre la golosina en cuanto se quedaron solos. Lo interesante del estudio radica en el seguimiento realizado doce años después, encontrándose que los niños capaces de controlarse a una edad temprana, continuaban haciéndolo años después, y habían desarrollado una mayor resistencia a las frustraciones, eran más equilibrados, sociables, decididos, constantes y emprendedores, y mostraban una menor tendencia a desmoralizarse.
 
Desarrollo evolutivo

Evolutivamente, la capacidad para resistir los impulsos posponiendo las gratificaciones mediante un autocontrol que tiene como objetivo lograr otras metas más satisfactorias a largo plazo, comienza a desarrollarse a temprana edad y se consolida en la adolescencia y en la edad adulta.

Estrategias para aumentar el Autocontrol

Para aumentar el Autocontrol es importante diferenciar las gratificaciones orientadas principalmente al logro de metas a largo plazo, de aquellas exclusivamente dirigidas a alcanzar metas inmediatas que dificultan la consecución de las primeras. Estas últimas son consideradas gratificaciones negativas.
Algunos ejemplos de gratificaciones negativas son: a) comerse un buen trozo de chocolate para “calmar” la ansiedad en contra del objetivo de mantener una dieta equilibrada; b) no soportar la espera hasta que nuestro hijo de 20 años nos telefonee para informarnos que ha llegado bien al destino de su viaje, y anticiparse a su llamada de forma desesperada telefoneándole en cuanto se calcula que acaba de aterrizar su avión, frente al propósito de aprender a vencer mis miedos a que le haya pasado algo malo; o c) no soportar mucho tiempo sin comunicarse con una amiga que se ha enfadado injustificadamente, y acabar telefoneándole y cediendo una vez más, cuando el objetivo era hacerse respetar de una vez por todas.

Por lo que identificar la posible inadecuación de las gratificaciones para lograr metas de mayor relevancia a largo plazo es una de las principales estrategias para aumentar el Autocontrol en las que los Psicólogos Clínicos pueden ayudarnos.
Otra estrategia consiste en contar con un repertorio de posibles gratificaciones inmediatas ante situaciones de “urgencia” que no interfieran en mis metas, como alternativa a las gratificaciones negativas. Ejemplos de gratificaciones positivas, serían: a) buscar alternativas más positivas al consumo excesivo de chocolate para calmar la ansiedad y que no obstaculicen la dieta, como realizar un deporte que resulte gratificador, o desahogarse por teléfono con una amistad; b) y c) o planear una actividad gratificante y que permita mantenerse ocupado, como irse al cine a ver una buena película para soportar mejor la espera hasta tener noticias del hijo que está de viaje, o la espera hasta que la amiga “castigadora” se dé cuenta que esta vez no va a conseguir manipularnos injustificadamente con su silencio y acepte que tiene que respetarnos.

Y otras estrategias son la distracción, la utilización del apoyo social para ayudarse a demorar la gratificación, o la visualización de los aspectos negativos de una gratificación inadecuada. 
Es decir, no debemos obviar que la capacidad de Autocontrol de los impulsos es fruto del aprendizaje. Incluso con respecto a nuestros propios hijos, a los que podemos ayudar a entrenarla, por ejemplo si no les damos todo lo que piden inmediatamente, si les enseñamos a comer de forma variada y no sólo unas pocas comidas que son las únicas que dicen que les gustan, si les enseñamos a cumplir primero con sus obligaciones (por ejemplo, deberes y estudio) antes de dedicarse a las actividades que más les gustan, o si les animamos a hacer frente a sus temores injustificados en lugar de evitarles pasarlo mal.

 

3 comentarios:

  1. Me ha gustado tu entrada y me parece un tema muy importante. Hecho en falta un tratamiento positivo de esa ansiedad que lleva a llamar al hijo antes de que aterrice, o del deseo de llamar a esa amiga, porque lo que planteas son distracciones, que dan buen resultado y aumenta el autocontrol, pero no trata realmente la emoción desadaptativa que provoca la acción. Un saludo

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    1. Totalmente de acuerdo, Antonio. El tratamiento de la ansiedad es totalmente necesario en los casos en que además de esa falta de autocontrol existe miedo a que haya pasado algo malo, o a que mi amiga o mi pareja me deje de querer o rompa conmigo, con técnicas de relajación, de manejo cognitivo y de autoexposición con prevención de la respuesta de comprobación. Un saludo, y muchas gracias por tu valoración

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  2. Hola Pablo!!
    Recuerdo perfectamente la sesión en que le dijiste a un joven paciente "La capacidad de Autocontrol es uno de los rasgos de personalidad que mejor predice el éxito en los estudios, y en el trabajo, así como la satisfacción con la propia vida, por encima incluso del nivel intelectual. ".

    Cuando me desanimo, por la gran cantidad de obligaciones... Recuerdo que vale la pena tener autocontrol (con sus límites) en pro del futuro.

    Gracias por todo lo que me enseñaste!

    Un abrazo.

    Laura.

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